A veces lo que provoca la envidia no es tu posición económica, tu carro o las cosas que tienes porque puede ser que el envidioso tenga eso o más.
Lo que causa la envidia es tu esencia, tu energía, lo que haces bien y él no puede, tu aura, tu luz… El como te manejas con valores por la vida, esas cosas que te hacen brillar y que nunca nadie puede apagar. Eso es lo que mata a cualquier persona y lo que daría poder tener, ese brillo que viene de tu ser y que jamás podrá copiar.
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