No hagas leña del árbol caído.
Ten presente que en algún momento de la vida, tal vez hayas estado o puedas estar en las mismas condiciones. No te aferres a lo material, es necesario pero no imprescindible...
No permitas en tu vida la mediocridad, ni la hipocresía, son sentimientos vanos y bajos, que solo conllevan a la tristeza, la amargura y la soledad.
Aleja de ti los malos pensamientos; la rabia, la venganza, la envidia, la soberbia y la mentira, dañan tu alma y tu corazón.
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